3/9/11

Opurtunidades

Dios siempre no da la oportunidad de elegir que deseamos hacer!

Dios nos da dos caminos la puerta angosta y la puerta estrecha. San Mateo 7:13 y 14 nos dice:

7:13 Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella;
7:14 porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.

Siempre lo más fácil es lo que tenemos cerca, para lograr cosas inexplicables e incomprensibles se logran con esfuerzo, dedicación, luchando nuestras metas y anhelos se logran con sufrimiento, nunca lo fácil es lo correcto bien lo dice la palabra de Dios en Mateo...

Por qué salir huyendo de las consecuencias de nuestros actos es más fácil?
Será que es parte de lo que el enemigo hace para hundirnos más en sus artimañas?
Por qué caemos y no queremos levantarnos?

Es más divertido seguir nuestras propios deseos que seguir el deseo de Dios, es más fácil decir si al pecado que a Dios...


Como vencer ese deseo? Pablo dijo que él hacia lo que no queria.

7:15 Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago.
7:16
Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena.
7:17
De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí.
7:18
Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.
7:19
Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.
7:20
Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.
7:21
Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.
7:22
Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios;
7:23
pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.
7:24
¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?
7:25
Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.

Siempre encontramos una salida a hacer las cosas correctas, Jesús en su misericordia nos da la fuerza para continuar con una búsqueda insaciable del rostro del Señor nada nos hará decaer!

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